En la localidad malagueña de Atajate cada casa tiene el nombre de una mujer. El Ayuntamiento de esta localidad ha puesto en marcha una iniciativa que tiene contentos a todos, pero sobre todo a todas.

Las placas llevan el nombre y el oficio de la mujer, el apelativo del padre o el postre preferido por la abuela. La gran mayoría ha optado por su nombre de pila y su apellido. En total 200 placas en un pueblo que ahora tiene 170 habitantes.

Según su alcaldesa, Auxi Sánchez, es el modo de rendir homenaje al esfuerzo y la labor desarrollada por las mujeres. Ellas, las protagonistas, están felices de tener sus nombres.