Por la cantidad de combustible que queman, el despegue es el momento en el que un avión más contamina y el daño es aún mayor cuando vuela en altura. En tres décadas, los vuelos han aumentado un 450% y, de seguir así, en 15 años volarán el doble de pasajeros que ahora. 

El dato es preocupante porque si tenemos en cuenta la cantidad de emisiones de CO2 por pasajero y kilómetro, el avión es el medio de transporte que más contamina. El segundo puesto de este lamentable ránking es para los cruceros, que además emiten grandes cantidades de óxido de azufre. 

Los cruceros que atracan en Barcelona contaminan cinco veces más que todos los coches de la ciudad y, por este motivo, es el puerto más contaminado de Europa.