La anciana residente desde niña en Francia aunque nacida en un pequeño núcleo urbano denominado Cabrianes (Barcelona), que se dio a conocer tras recuperar una foto suya que su padre dejó atrás en un campo de prisioneros nazi, ha recibido un homenaje de su pueblo natal.

Paquita González ha regresado a esta pedanía de Sallent donde pasó los primeros diez años de su vida, y ha recibido aplausos y muestras de cariño de los que eran sus vecinos.

El alcalde Oriol Ribalta ha recibido a Paquita a las puertas del centro cívico de Cabrianes, donde han acudido unas 150 personas para recordar la historia de esta exiliada, a la que un golpe del destino devolvió aquel retrato suyo.