Novak Djokovic aprovecha su viaje a Tokio, no solo para disputar el ATP 500 de la ciudad, sino también para otro tipo de actividades, también deportivas, pero desde la diversión y el humor.

El tenista serbio se ha acercado uno de los recintos donde se disputan los típicos combates de sumo, la disciplina de lucha tan característica del país nipón.

Djokovic ha hecho lo que ha podido contra dos luchadores profesionales de sumo, pero a la vista ha quedado que su cuerpo no está preparado para esta lucha.

El 'número uno' del mundo, además, asegura que junto a su padre, vio algún combate cuando era niño e incluso animaban a un luchador llamado Akebono.