Situación surrealista. Son las 2 de la mañana del sábado. En la plaza de La Llagosta hay decenas de vecinos. Pero a ellos no les importa. Los vecinos les llaman la atención. Los cuatro atracadores responden con insultos. Pero ni huyen ni se alteran. Han roto la puerta con un mazo. Dos entran y sacan el botín de la joyería. Mientras los dos de fuera amenazan con un extintor. Esta vecina lo graba todo. Llaman a la policía. Con la misma calma, meten el botín en el maletero y se van. Los vecinos atónitos.