La ya tradicional 'Slush Cup' que se celebra cada año en Girdwood (Alaska) ha dejado, como es habitual, impresionantes caídas de los competidores que no han logrado superar con éxito el estanque de 27 metros, después de esquiar una montaña. Esta arriesgada y divertida práctica que combina el esquí de nieve con el esquí acuático se celebra anualmente para despedir el invierno y dar la bienvenida a la primavera. La perfecta excusa para pasar una jornada de lo más entretenida.