Rugen las Harley Davidson que se encaraman a las nevadas y abruptas colinas de Ridnaun, Italia. Competición en un enclave espectacular y con un riesgo y diversión que se disparan a partes iguales. Séptima edición de un evento invernal que cada año suma aficionados. Participan 140 motos. Con gamas muy diversas y con simpatizantes también muy diversos. El virtuoso capaz de hacer todo tipo de piruetas. El que necesita de un buen empujón para coger carrerilla. El que se le resiste la fuerte pendiente y su destino: es el suelo. Y el que resbala casi en bucle y sufre caídas leves. Pero todos coinciden en que la experiencia es inolvidable. Sin ocultar el gusanillo en cuanto aprietan el acelerador. Miedo que acaban perdiendo hasta los más pequeños. Ellos también se atreven.