Boonyos Tala-upara es un tailandés de 44 años que acaba de descubrir que tiene una fortuna en su casa sin saberlo. ¿Cómo? Tras recoger un vómito de cacholote realmente preciado.

Lo encontró fosilizado en la playa, brillando bajo el sol, por lo que se lo llevó a casa y decidió dejarlo en su jardín. Lo que no sabía es que costaba una millonada. ¿Por qué? Es un material muy preciado para la industria del perfume.

Fue un amigo que le visitó el que le avisó de lo que tenía y, tras consultar con expertos, le han avisado que puede tener un valor cercano a los 500.000 dólares. Ahora, se plantea a quién vender el millonario vómito de cachalote.