Desde hace unos años, internet se ha llenado de una serie de vídeos curiosos, especialmente por la luminosidad que genera. En ellos, se puede ver cómo se parte una uva por la mitad o se meten dos uvas juntas en el microondas y, al poco de ponerlo en funcionamiento, comenzaban a saltar chispas.

Ahora, por fin se ha conseguido una explicación científica a este efecto: según un estudio publicacado en la revistas PNAS, la conclusión es que ambas generan un campo de iones que, junto al sodio y potasio de la fruta, da lugar a que se produzca ese chispazo que las ilumina por dentro.