La polícia ha encontrado a 59 guacamayos metidos en cajas y muy débiles. Aparecieron en el maletero de un taxi, hacinados. Un contrabandista los había robado de sus nidos y pretendía revenderlos como animales de compañía. Este tipo de crimen se castiga con pena de prisión, a partir de cinco años por la captura de especies en peligro de extinción, más tres años por crueldad animal. Cuando las autoridades los rescataron estaban moribundos, con sus plumas sucias, pegajosas. Estaban sedientos y llevaban días sin comer. Ahora se recuperan en una protectora de animales que les devolverá a su hábitat en cuanto se recuperen.