La infertilidad masculina representa la mitad de los casos atendidos hoy en día por las clínicas de reproducción asistida, y este hecho, unido a la aparente disminución de la calidad del semen, sitúa este estudio como punto de partida de una realidad que hace saltar las alertas respecto a la evolución de la fertilidad del varón. En los últimos diez años la infertilidad de los hombres ha aumentado un 9% y el esperma del 65,5% de los varones no cumple con los criterios de normalidad que marca la OMS. El estilo de vida actual ha deteriorado la calidad del semen y un cambio de hábitos podría hacerlo mejorar.