Los trabajadores del circo han tomado hoy una de las principales arterias de Madrid, la Castellana, para protestar contra la prohibición del uso de animales en sus espectáculos. Argumentan que son parte de su familia, que están bien cuidados y que, de ser efectiva esta prohibición, se quedarían en la calle 2.500 personas. "El Ayuntamiento de Madrid tiene que recapacitar y cumplir sus promesas. El consistorio estaría cometiendo un delito, ya que no tiene competencia para prohibir la instalación de circos con animales.

Hemos ganado varias sentencias", ha recalcado el presidente de la Asociación Circos Reunidos, Nacho Pedrera. A lo largo de la marcha ha habido varios enfrentamientos entre los manifestantes y miembros de PACMA, que celebraban la decisión.