Una madre baja del coche para llamar a un familiar por el telefonillo. Deja a sus dos hijos de cinco y 11 meses en el vehículo con las llaves puestas. No sabe que va a vivir las dos horas más angustiosas de su vida. Ocurre en Villalba, Madrid. Un hombre de unos cuarenta años se lleva el Seat Ibiza negro con los dos niños. Al mayor lo deja a unos 700 metros. El vehículo con el bebé viaja hasta Fuenlabrada, a unos 50 kilómetros. Deja el coche cruzado en la entrada de un aparcamiento. Aquí encuentra a la pequeña sana y salva dos horas después.