Los vecinos del sur de Taiwán quemaron un bote ceremonial de madera este domingo como parte del ritual que se lleva a cabo para prevenir enfermedades y la mala suerte. El jefe de artesanos responsable del proyecto asegura que más de 90 voluntarios de la ciudad costera de Donggang han tardado más de tres meses en construir el barco intrincadamente decorado. Según las creencias populares tradicionales, el barco pertenece a un Wang Yeh, uno de varios emisarios divinos que tiene el poder de limpiar a los que lo adoran de los espíritus malignos y las enfermedades. Tras su construcción, el barco primero desfila y luego se incendia por la noche con pilas de papel. Los residentes locales dicen que el ritual también es una oportunidad para que los miembros de la familia que normalmente viven separados se reúnan. Informes de medios locales dijeron que el festival de este año atrajo a más de diez mil personas. Donggang ha estado celebrando este ritual, que es un punto culminante de un festival tradicional taoísta de ocho días, durante más de cien años.