Poder ir al colegio es el sueño de los vecinos de La Campana. Llevan cuatro años luchando pero como nadie les ha dado aún solución, han decidido cambiar el curso de las clases. Desde el martes se convocan todos los días a las nueve de la mañana a las puertas del centro, porque entrar en las aulas cada vez resulta más arriesgado.

Por todos lados crecen grietas, agujeros, hay peligro de derrumbamiento y el miedo pasa de padres a hijos. Convocar esta huelga ha sido casi una obligación que parece haber hecho efecto. Esta mañana la delegada territorial de educación se ha reunido con los técnicos.