Ocurrio en Colorado, cuando un joven entró en una tienda de tecnología con la intención de llevarse la recaudación de la caja... pero el robo no le salió como esperaba.

En el momento de acercarse a la cajera y desenfundar su pistola de aire comprimido, esta se le escurrió y fue a parar a manos de la mujer al otro lado del mostrador. Tras intentar recogerla, decidió que lo mejor era huir.

Pero en plena escapada, este ladrón perdió sus pantalones, lo que casi le hace caer el suelo en pleno intento de fuga. Sin duda, uno de los ladrones más torpes de todos los tiempos.