40ºC al sol, trabajando y con el asfalto ardiendo. En estas condiciones y sin ninguna sombra como cobijo... el calor se cobraba su primera vida. Un hombre de mediana edad trabajaba en la construcción de esta autovía en Murcia y caía fulminado por una subida extrema de la temperatura corporal. Le trasladaron al hospital, pero fallecía horas más tarde. Hoy, sus compañeros continuaban con el trabajo, soportando el calor y el dolor de su pérdida.