Al grito de “Viva el Apostol” y tras una larga espera, llegaba la cuenta atrás para el momento más esperado en Santiago de Compostela. Cientos de personas en la plaza del Obradorio contemplaban un espectáculo que no defraudaba. Un paseo por la historia de la ciudad y de sus peregrinaciones.

Que se coronaba con 366 kilos de pólvora que dejaban sin palabras a los allí presentes. La mezcla perfecta de luz, sonido y fuegos artificiales para empezar el día grande, el día de Galicia  por todo lo alto.