El estudio “Hábitos de conducción 2018”, elaborado por el Observatorio Español de Conductores,  señala que el 74% no para lo recomendado y el 14% hace un viaje largo sin descanso. Además, una cuarta parte reconoce coger el coche después de haber bebido alcohol.

La fatiga se manifiesta con síntomas como el picor de ojos, la necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y somnolencia. Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%.

Desde el RACE recomiendan parar cada 200 km o dos horas para estirarse y beber algo. El agotamiento está detrás del 30% de los accidentes de tráfico.