Ocurrió en un parque natural del sur de Kamchatka, donde los cuidadores decidieron colocar una cámara oculta en la zona de los osos para vigilar sus usos y costumbres.

Lo que no esperabana, ni mucho menos, es que una de las primeras imágenes que dejara esta nueva cámara fuera un selfie, además protagonizado por el benjamín de la camada.

Tras pasar la osa, la cámara se activo y su osezno, que la seguía, no dudó en acercarse para ver de qué se trataba. La cámara, así, recogió una preciosa imagen en primer plano.