Llegan en un BMW. Cinco personas. Con picos y mazas rompen el cristal de esta tienda de vídeo y tecnología en Sevilla. Uno de ellos se queda vigilando desde fuera. Dentro arrasan con todos los drones que ven. Dejan las estanterías vacías. Y así varios viajes para cargar el coche. Una vecina lo graba desde enfrente. Todo este robo no llega a dos minutos. Cuando ya no pueden cargar más, se marchan en el coche, probablemente robado.

Treinta segundos después, llega la Guardia Civil y se encuentra con esto. Ocurrió el domingo a las cinco de la tarde en este polígono industrial sevillano. En dos minutos se llevan drones por valor de 50.000 euros.