En 1967 fueron fotografiados los vecinos mayores de edad de Mogarraz para el nuevo DNI. Medio siglo después, el artista Florencio Maíllo reprodujo a gran escala las fotografías y las colgó en las fachadas de la localidad para recordar sus vidas. De sus fachadas cuelgan desde hace seis años, pintados en chapa, más de setecientos retratos de vecinos actuales y pasados. Un millar y medio de ojos en las paredes para mirar y ser mirados que ahora buscan la manera de perdurar como una atracción más de una villa declarada bien de interés cultural.