En la localidad de Bussolengo, en Verona, en Italia, un equipo de bomberos tuvo que tirar de inventiva y mucha paciencia para poder rescatar a tres gatitos que se habían quedado atrapados en una tubería de plástico. Al ser tan pequeños, los felinos se habían caído dentro de un conducto de aproximadamente un metro y medio de profundidad y tan sólo unos centímetros de ancho, pero los bomberos lograron sacarlos utilizando hilo y tubos muy finos. Un grupo de niños estaba jugando en la zona cuando escuchó maullar a los gatos y avisaron a sus padres, que decidieron llamar a los bomberos. Después de una hora de rescate las crías pudieron ser devueltas sanas y salvas a su madre.