Un gigantesco petrolero, de 225 metros de eslora, marcha sin control en la costa del Bósforo, en Estambul, una de las aguas con más tráfico marítimo del mundo. Al parecer el timón del Vitaspirit se ha bloqueado y la mole flotante de más de 75.000 toneladas se estrella en el muelle contra una mansión histórica del siglo XVIII,  ante el asombro de algunos testigos. El edificio de la época otomana se ha reconvertido en salón de bodas, en el que afortunadamente no se está celebrando ninguna. El accidente del Vitaspirit, ocurrido bajo uno de los puentes que unen Asia y Europa, no ha provocado víctimas ni vertidos pero sí la interrupción del tráfico en un punto en el que transitan 50.000 buques cada año.