Monumental atasco en los accesos a la ciudad de Sidney. Y el origen hay que buscarlo aquí arriba, en este puente donde, desde hace cinco horas, hay un hombre encaramado que se niega a bajar. Al parecer es un viejo conocido de la policía. TIene problemas mentales y no era la primera vez que le veían vigilando e intentado subirse al puente, algo prohibido en Sidney. La policía estaba muy preocupada por su seguirdad y por la de los ocupantes de los coches. Tras casi seis horas negociando el hombre accedió a bajar. Ahora está detenido.