Un desconocido se dirige a una joven llamándole guapa. Ésta le recrimina que no tiene por qué saludarle ni mucho menos piropearle o preguntarle donde vive. La chica colgó este vídeo en su perfil de Twitter para denunciar el acoso callejero que sufren día a día las mujeres. Las respuestas de apoyo han sido masivas. Ya hay numerosas campañas, por ejemplo en Estados Unidos, contra los piropos. Porque aunque para muchos no lo sea, sí es una forma de acoso.