"Amo a toda la gente, rica o pobre, pero en esas circunstancias no quiero a una persona pobre". Esta es la enésima polémica en la que se ha visto envuelto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pretendía defender su decisión de nombrar a personas adineradas en su Ejecutivo. 

"Hay mentes brillantísimas en los negocios y esto es lo que necesitamos para que el mundo no nos saque ventaja nunca más", ha continuado en clara referencia al secretario de Estado de Comercio Wilbur Ross. Hay que recordar que el gabinete del republicano es el más rico que ha habido en toda la historia de EEUU. Según varias estimaciones, la fortuna de todos ellos alcanza los 35.000 millones de dólares.