Ocurrió en Estados Unidos, donde un conductor vio cómo otro que circulaba en un coche cercano al suyo estaba sufriendo un ataque epiléptico al volante.

Sin dudarlo, detuvo su coche y salió corriendo en dirección al otro, al que consiguió entrar a través de la ventanilla abierta de copiloto. Una vez en el interior, consiguió detener el coche.

Tras llamar a las emergencias, el conductor que sufrió el ataque fue atendido. Ahora, es consciente de que su vida continúa gracias a un desconocido que decidió jugarse la suya por ayudarle.