Para entrar en este museo no basta con tener ganas de ampliar la cultura, sino que además hay que vestir de un modo un tanto original. Para acceder al Museo Atlántico de Lanzarote hay que enfundarse un buen neopreno, unas gafas de bucear, aletas y botellas de oxígeno para aguantar el tiempo empleado en contemplar cada una de las esculturas que descansan en el fondo del mar. 

Este ha sido el primer museo submarino inaugurado en Europa, y cuenta con un total de 300 obras que firma el artista británico Jason de Caires. Además de ser un auténtico bosque de figuras bajo el agua, este museo se convertirá con el paso de los años en un refugio y ecosistema para peces y microorganismos.