Normalmente no es muy caudaloso, pero las lluvias de los últimos días le han devuelto todo su esplendor y resurge como un espectáculo natural impresionante. El salto de agua de Chella (Valencia)  tiene ahora el aspecto de una potente cascada. La crecida de las aguas ha animado a muchos curiosos y vecinos a acercarse a echar un vistazo.

Hacía por lo menos tres años que en la comarca no se veía este torrente de agua, a 25 metros de altura. Es algo inaudito en una zona especialmente castigada por la sequía.