Viendo el modus operandi de este caco, seguro que a partir de hoy nunca volveréis a menospreciar la persistencia de un ladrón para hacerse con un botín. Si pensábais que con dejar vuestra bicicleta bien atada con un candado al tronco de un árbol ibais a disuadir las intenciones de los rateros, atención porque este ladrón rompe con todos los moldes.  

Como no lo consigue por la vía tradicional, no tiene mejor ocurrencia que hacerlo con un utensilio - que no alcanzamos a identificar- y serruchar el tronco del árbol al que estaba atada la bicicleta. La imagen de la copa cayendo, registrada por unas cámaras de seguridad, no tiene desperdicio.