Al pensar en los canguros vienen a la mente tiernas imágenes de estos animales con sus crías en la bolsa marsupial. Pocas veces recordamos la enorme fuerza que pueden desarrollar en sus patas traseras e incluso en su cola, un apéndice de su cuerpo que utilizan a modo de trampolín o como látigo para golpear. Esta capacidad motora no se le olvidará a un conductor australiano que, mientras conducía con su coche por la noche, fue víctima del ataque de un canguro que se sintió atacado por el vehículo. Tal y como puede verse en el vídeo, colgado en YouTube por el usuario Dellamotor, el animal salta sobre el capó y fractura la luna delantera. Afortunadamente, ni el marsupial ni el conductor sufrieron daños.