El módulo espacial InSight de la NASA hará frente este lunes a "siete minutos de terror" para poner fin a sietes meses de viaje antes de aterrizar en Marte, donde instalará un sismómetro y un sensor térmico con el fin de descifrar el "interior profundo" del planeta rojo. Llegará a la atmósfera marciana a una velocidad de 19.800 kilómetros por hora y tendrá que reducir la velocidad hasta 8 kilómetros por hora antes de que sus tres patas toquen la superficie. 

Dada la velocidad y el rozamiento con la atmósfera, el escudo térmico de InSight soportará temperaturas de hasta 1.500 grados Celsius y no será hasta que falten tres minutos para el aterrizaje cuando abra su paracaídas. Entonces, desplegará sus patas y activará unos retrocohetes que reducirán la velocidad logrando un suave aterrizaje en la llanura conocida como Elysium Planitia.

Esta nave, que despegó el pasado 5 de mayo desde la base aérea Vandenberg, en California, tiene como misión estudiar el interior de Marte usando una excavadora mecánica para perforar hasta 5 metros de profundidad y medir su temperatura interna. Medir estos signos ayudará a que los expertos de la NASA puedan reconstruir el momento en que se formaron los planetas rocosos del Sistema Solar.