Actualmente, los satélites son capaces de hacer predicciones meteorológicas con bastante acierto. Pero algunos marineros siguen observando el comportamiento de los animales para la predicción del tiempo, como es el caso de la centolla.  Este crustáceo presiente la llegada de temporales un par de días antes de que empiecen, agazapándose entre las rocas. ​

A diferencia de los cangrejos, las centollas habitan en las profundidades de las aguas frías del océano Atlántico y del mar Mediterráneo. Recorriendo sus fondos marinos, rocosos o arenosos, para alimentarse camufladas de los depredadores bajo un jardín de pequeñas algas y esponjas que cubren su caparazón.

Como vemos en este vídeo de la Fundación Aquae, las centollas son animales migratorios, que llegan a cubrir grandes distancias para establecer colonias durante la época de apareamiento. Este acto tiene lugar después de la muda de las hembras. Durante todo este período los machos crean un gran círculo a su alrededor para protegerlas hasta que tengan duró su caparazón.