La Guardia Civil desarticula una organización delictiva deteniendo a 40 personas, en España y Francia por el robo y venta de 118 vehículos, obteniendo ganancias de 4.500.000 euros. El 'modus operandi' de esta banda se basaba en poner localizadores a los coches, para volverlos a robar tras ser recuperados por las Fuerzas de Seguridad y devueltos a sus dueños legítimos. La organización levantó sospechas tras la detección de una ITV ubicada en Madrid, en la que varios usuarios estaban utilizando documentaciones de vehículos robadas en Alemania.