Ocurrió poco antes de la llegada del tren a la estación de Lezo-Rentería, en Guipúzcoa. Lenta y meticulosamente, el ladrón consigue alcanzar la revista de la mujer de al lado pero la lectura no es el 'hobby' de este joven. Esta diestra tan juguetona quiere un botín mayor: el bolso. Vuelve a la acción: despacio, sin prisas. La dueña está despistada y con mucha paciencia consigue acercarlo hasta él. El tren está llegando a la estación. Es el momento de escapar, pero la joven que graba la escena avisa a la dueña chasqueando los dedos. La mujer, sorprendida, se da la vuelta y sin mediar palabra, recupera lo suyo. El joven de la mano inquieta, tampoco dice nada. Tranquilo, aprovecha la bajada de los pasajeros y desaparece.