Descontrol, drogas, excesos y accidentes. Los mismos medios que acuñaron el término 'ruta del bakalao', una peregrinación en apenas 30 kilómetros de carretera que permitía encadenar 72 horas de fiesta ininterrumpida, no vacilaron en demonizar un movimiento discotequero iniciado en Valencia en la década de los 80 y que murió de éxito a finales de los 90.

Esta percepción, sesgada y sensacionalista, es la que hoy parece imponerse entre aquellos que aún recuerdan un fenómeno juvenil, social y musical, sólo comparable al canto a la libertad que supuso la denominada 'movida madrileña' tras el fin de 40 años de franquismo y la muerte del dictador.

30 años después, Sinfiltros.com recorre, de la mano de reputados cañeros de la ruta valenciana, los vestigios de la ruta de un Bakalao, hoy reducido a raspa, pero cuyo espíritu habita en artistas como Carlos Simó, Kike Jaén, Germán Bou, Paco Pil o Chimo Bayo y en todos y cada uno de aquellos que vivieron un fenómeno insólito que reivindica su lugar en la historia de la música en España.