Reino Unido fue el primer país europeo en conseguir tener la bomba atómica en el año 1957. Tres años después, en 1960, Francia se convertía en otra potencia nuclear

Eran los años de la Guerra Fría, y las calles de Londres y París se llenaban de manifestaciones en contra de la carrera armamentística. Hasta los años 90, cuando Londres empezó una reducción constante y acelerada de las reservas nucleares que han llegado a estar por debajo de las 200 unidades. Pero al otro lado del canal de la Mancha, París seguía con su programa militar hasta alcanza las 570 cabezas nucleares.

El 16 marzo 2021 ha marcado un punto de inflexión para la seguridad nuclear europea. El primer ministro británico Boris Johnson anunciaba que, por primera vez en décadas, el Reino Unido ampliaría su arsenal nuclear hasta alcanzar las 260 unidades en las próximas décadas, acercándose así a la paridad con Francia, que actualmente posee unas 300. Una decisión que ponía fin a la política de no proliferación nuclear impulsada por Londres durante décadas y que podría calentar aún más la carrera hacia el rearme, minando las bases del tratado de no proliferación nuclear, suscrito por 5 de los 9 países que poseen armas atómicas.

El pique nuclear entre Francia y Reino Unido ha tenido importantes repercusiones también en la estrategia de defensa colectiva de la Unión Europea. La compleja relación entre Francia y Reino Unido, la participación de ambos en la OTAN y la reticencia de los exmiembros del Pacto de Varsovia, han sido los principales obstáculos que han impedido la formación de un ejército en la Unión Europea, a pesar de que no todos los miembros de la UE formen parte de la Alianza Atlántica. Un proyecto fallido que ni siquiera la salida de Reino Unido de la UE ha conseguido reflotar, como te explicamos en el vídeo sobre estas líneas.

No olvides que si quieres ver más vídeos como este, puedes suscribirte aquí a nuestro canal de YouTube.