Israel está redefiniendo el mapa de Oriente Medio con una campaña multifrente sin precedentes, que desde Gaza se ha expandido a Líbano y amenaza con llegar a Irán. Sin embargo, los planes del gobierno de Benjamín Netanyahu para el futuro de la región siguen siendo inciertos, especialmente en lo que respecta a Gaza. Tras los atentados terroristas del 7 de octubre, que desencadenaron el conflicto, los objetivos de acabar con Hamás y liberar a los rehenes no se han cumplido.

La destrucción de Gaza, la catástrofe humanitaria que ya cuenta con 42.000 víctimas, y la ocupación de facto por parte del ejército israelí dibujan un escenario sombrío para la Franja y su población. Sin un plan consensuado con la comunidad internacional, en el debate público de Israel cobran cada vez más fuerza teorías que van desde la anexión del territorio hasta su reconstrucción bajo control israelí. Ideas como el reasentamiento forzado de palestinos o el 'Plan de los Cinco Dedos', que busca fragmentar Gaza en pequeñas áreas controladas por Israel, reflejan una política expansionista impulsada por sectores radicales del gobierno israelí. No obstante, todas estas soluciones violan resoluciones internacionales y podrían derivar en crímenes de guerra, aunque la capacidad de la comunidad internacional para intervenir sigue siendo limitada.