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Oficina 39: la agencia criminal detrás del programa nuclear de Corea del Norte

Corea del Norte es un país pobre bajo cualquier estándar. Las sanciones internacionales prohíben al país que pueda comerciar legalmente con el exterior. Pero el régimen es capaz de sortear el veto de los mercados y obtener divisas internacionales, como demuestra no solo su gasto militar, sino el elevadísimo tren de vida de Kim Jong-Un, quien se permite incluso importar Mercedes blindados y, por supuesto, prohibidos. La clave de cómo consigue el régimen recaudar, enviar y distribuir divisas para seguir con su programa nuclear y los gastos de los Kim estaría en un entramado de actividades delictivas a nivel mundial dirigidas por una oscura y poco conocida agencia llamada Oficina 39.

Una oficina que, aunque no se sabe dónde está o siquiera si es un lugar físico, existe según aseguran la mayoría de los exiliados y se dedica a gestionar una red de captación de fondos internacionales dirigida a llevar divisas para financiar al régimen y el programa militar. Según la inteligencia estadounidense, la Oficina 39, o como se quiera llamar, estaría recaudando entre 500 y 2.000 millones de dólares al año. ¿Y cómo lo hacen? Básicamente, como cualquier otra red de crimen organizado del mundo: falsificando, traficando materias y personas y, por supuesto hoy en día, hackeando.