Todo está preparado ya en Estrasburgo, donde el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pronunciará a partir de las 9:00am su esperado discurso sobre el estado de la Unión. Ante los eurodiputados, el político luxemburgués tomará el pulso a una UE que se prepara para poner en marcha su "renacimiento", en palabras de Emmanuel Macron, una vez se celebren a finales de este mes las elecciones alemanas en las que Angela Merkel espera lograr su cuarto mandato.

Se espera que Juncker evite centrar su discurso, el primero desde que Bruselas proclamara oficialmente el fin de la década de crisis que puso al euro contra las cuerdas, en el mayor reto que la Unión Europea tiene aún pendiente por resolver: el Brexit

También se prevé que el presidente de la Comisión mande un recado tanto a Polonia como a Hungría, los dos países cuya deriva autoritaria mantiene en alerta al resto de los socios europeos. Y que pase revista a algunas de las principales cuestiones que siguen sobre la mesa, como la gestión de los refugiados, las relaciones con Turquía o las relaciones exteriores de un bloque que se ha hecho fuerte frente a la hostilidad de su tradicional aliado, Estados Unidos.

Juncker también desvelará algunas propuestas concretas, por ejemplo para impulsar las relaciones comerciales con la vista puesta hacia el Pacífico, aunque ante todo se espera un discurso que asiente una "visión" sobre el futuro de una Unión Europea dispuesta, ahora sí, a reinventarse.