El suceso se produjo la madrugada de este martes, en torno a las seis de la mañana, cuando agentes de la Policía Local de Getxo, en Vizcaya, incautaron un carrito con unos altavoces y un reproductor de música "que difundía música a todo volumen" y estaba generando "molestias" en el vecindario, explica el ayuntamiento de la localidad en una nota de prensa enviada a este diario. El grupo de jóvenes que llevaba el carrito estaba celebrando las fiestas de San Ignacio en Algorta, un barrio del municipio, y tras terminar las verbenas optaron por seguir la fiesta con estos altavoces por las calles del municipio, momento en el que aparecieron los policías.

"Cuando los agentes desmontaban el aparato confiscado para cargarlo en la furgoneta policial situada en la intersección de las calles Sarrikobaxo con Telletxe, se fueron congregando jóvenes en las inmediaciones", explica el consistorio. De todos modos, lo que empezó con insultos y gritos contra la policía terminó por convertirse en una situación de peligro para los agentes: según se puede ver en un vídeo enviado por 'ertzainas' del sindicato Euspel a El Confidencial, los policías tuvieron incluso que huir a la carrera del lugar para evitar una posible agresión de los jóvenes, quienes persiguieron los coches policiales e incluso volcaron cuatro contenedores que había en la calle tras su marcha. 

"Una vez cargado el carrito y dado que estaba solventado el problema de las molestias que se habían creado al vecindario y con el fin de evitar enfrentamientos, los agentes policiales optaron por abandonar el lugar y trasladaron el aparato confiscado a la comisaria", argumenta el ayuntamiento en la nota de prensa. Sin embargo, desde Euspel critican que sus compañeros de Getxo tuvieran que "salir huyendo para proteger su integridad física", exigiendo en este sentido a las autoridades municipales "las explicaciones" oportunas."Que no podamos hacer nuestro trabajo nos parece una vergüenza y no entendemos que el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco no haya hecho ninguna declaración", critica su presidente, Txutxi Castelo.

Pese a existir una grabación de lo ocurrido, por el momento no se ha presentado denuncia alguna por daños y tampoco se han producido detenciones.