La Guardia Civil ha iniciado tres técnicas diferentes al mismo tiempo para intentar el rescate lo más rápidamente posible. En primer lugar, del propio pozo se extraerá arena "con una maquinaria más potente", informó Bernardo Moltó, portavoz oficial de la Guardia Civil.

 

También se abrirá un pozo paralelo al existente, a la vez que se entubará el agujero donde se precipitó el pequeño de dos años, ante el riesgo de que caiga más arena que podría sepultar al pequeño.

La otra técnica es la apertura a cielo abierto de otro agujero, desde la misma boca del pozo, como indican fuentes del Instituto Armado. "Este no es asunto que se pueda solucionar en un rato. Esto va para largo", explican a El Confidencial fuentes próximas al rescate.