"La imagen de la semana la hemos encontrado en un estadio alemán, el del Bayern. No por la nieve, ni por la enésima paliza que los muniqueses le propinan al Barça, sino por el impacto que produjo encontrarnos con las gradas vacías. No cabe ejemplo más elocuente de la regresión ni mayor evidencia del rebrote del coronavirus en unas fechas muy delicadas. Delicadas por el efecto contagioso de las reuniones sociales. Y por la desinhibición que proporcionan las fiestas navideñas.

Y porque han regresado todos los fantasmas: el teletrabajo, las restricciones, los confinamientos, los datos progresivos de hospitalizaciones, la incidencia acumulada, la ocupación de las UCIS, la pasividad gubernamental incluso, la discrepancia de las comunidades autónomas respecto al pasaporte covid y la limitación de movimientos. Menos mal que el optimismo desaforado de Pedro Sánchez nos despoja de toda preocupación".