“Las elecciones del 14-F han fracturado la derecha convencional tanto como han excitado la derecha… ultra. Y no solo en Cataluña. La repercusión nacional es tan grande y tan traumática que han quedado en entredicho tanto el liderazgo de Pablo Casado como el porvenir de Ciudadanos”.

“Hace bien Casado en liquidar el castillo embrujado de Génova, demoler el templo de la corrupción, pero los fantasmas del pasado no van a abandonarlo: ni Bárcenas ni Rajoy”.