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Un vecino de Gijón acude a su trabajo nadando para respetar la distancia física

Se llama Pablo, tiene 46 años y es de Gijón. Cada día recorre más de dos kilómetros para ir a su trabajo y lo hace nadando. "Realmente pienso que es una forma de mantener la distancia ahora que es tan necesaria y de paso aprovechar el transporte y el entrenamiento todo en uno", asegura Pablo. Sin desprenderse del neopreno y ataviado con su mascarilla, Pablo llega a su negocio. Su padre le espera cada mañana y es que, aun sabiendo que su hijo es un buen nadador, no le hace mucha gracia que nade solo. Si el tiempo y las condiciones del mar lo permiten, este gijonés seguirá yendo a trabajar a nado para así, mantener la distancia de seguridad, entrenar y demostrar a la gente que hay más formas de moverse.