Atentos al cliente con chaleco amarillo y casco. Trata de taparse la cara. Y nada más entrar en el estanco se echa mano al bolsillo con paso firme se dirige a la caja, saca un objeto punzante forcejea con la dueña, consigue coger algunos billetes, pero tras varios segundos interminables, ella le quita el casco y finalmente huye a la carrera. Envalentonada, trata de detenerlo. Atraco frustrado. Nerviosa recuerda los 30 segundos más peligrosos de su vida. Vean lo cerca que estuvo el objeto punzante de su cuerpo. A penas a unos centímetros. Actuó así de forma instintiva. Es la segunda vez que le roban en pocos meses. Y en el recuerdo su madre. También estanquera, la mataron en un atraco hace 20 años.