Los restos de Francisco Franco han abandonado este jueves el Valle de los caídos después de 44 años. Dentro de la basílica únicamente han entrado los operarios estrictamente necesarios para extraer la losa que cubre la tumba, así como un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, y altos cargos del Ministerio de Presidencia. Todos han pasado por un detector de metales para evitar la entrada de cualquier dispositivo de grabación.

Después de portar el féretro a hombros hasta el final de las escalinatas, el prior y los familiares del dictador se han santiguado frente al coche fúnebre y han gritado: "¡Viva España, viva Franco!". El proceso ha sido observado por la ministra de Justicia, Dolores Delgado; Antonio Hidalgo, subsecretario del Ministerio de la Presidencia; y Felix Bolaños, secretario general de la Presidencia del Gobierno