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Así ha sido la séptima jornada del juicio del 'procés' con las declaraciones de Jordi Cuixart y Carme Forcadell

El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart ha abierto la tercera semana del juicio al 'procés' en el Tribunal Supremo declarando ante la Fiscalía que la actitud de los manifestantes concentrados el pasado 20 de septiembre de 2017 frente a la Consejería de Economía de la Generalitat fue "pacífica". A este respecto, considera que el daño de los coches de la Guardia Civil fue algo "anecdótico", si bien reconoce que esta actitud supuso una "ruputra de la no violencia" impropia del "civismo del movimiento soberanista". 

Durante un tenso rifirrafe, el fiscal Jaime Moreno ha preguntado en todo momento por hechos concretos que Cuixart ha capeado apelando al derecho de manifestación. "En los informes de la Guardia Civil he podido leer verdaderas atrocidades que no se han producido", ha justificado el líder de la organización independentista para quien no era responsabilidad suya pedir permisos para la protesta teniendo en cuenta que, según su versión, fue la Asamblea Nacional Catalana la que se encargó de organizar la convocatoria. 

Cuixart ha insistido en reiteradas ocasiones en el derecho del pueblo catalán a manifestarse y además de desdecirse de algunas de sus declaraciones hechas durante la fase de instrucción, ha admitido el "papel dinamizador" de su organización y se ha reafirmado en su decisión de llevar a cabo en aquellos casos en los que haya una decisión injusta, "actos de desobediencia civil".

El presidente de Òmnium ha defendido su postura ante el 1-O y ha asegurado que el dolor que siente la sociedad catalana "va a durar generaciones". ""En el resto del Estado también se ha visto como se actuaba sin ningún tipo de sentido, como jadeaban a la policía y gritaban 'a por ellos'. ¿A por quién?", ha insistido Cuixart ante el juez antes de trasladar la pregunta a la sala: "¿A por quién iban señores? ¿A por ciudadanos como nosotros? Yo soy hijo de una murciana, yo también soy medio español", ha recalcado antes de hacer hincapié en que los catalanes tienen muy claro que no van a poder "enfrentarnos con otros pueblos de España", ha concluido el presidente de Òmnium.

Tras Cuixart ha llegado el turno de la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, quien antes de proceder a responder a las preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado ha querido recalcar su postura sobre el uso del catalán en estancias oficiales, defendiendo que aunque entiende las circunstancias, el hecho de que no exista la traducción simultánea en el juicio es una muestra de que "el catalán siempre acaba siendo una lengua minorizada", algo que asegura, "hace que los hablantes muchas veces sintamos nuestros derechos vulnerados".

Después de su alegato en favor del uso del catalán, Forcadell ha procedido a responder las preguntas de un tribunal a quien ha señalado de "político". La expresidenta del Parlament ha acusado al Tribunal Constitucional de cambiar su jurisprudencia a antojo y actuar desde la política y no desde la ley. 

Así, ha asegurado que decisiones como su voto favorable a la tramitación del referéndum del 1 de octubre, estaban protegidas por la "inviolabilidad parlamentaria". "Pueden cambiar los magistrados, puede variar la jurisprudencia, pero la libertad parlamentaria no cambia", ha defendido Forcadell.

Además, la expresidenta también ha querido mostrar su disconformidad con estar juzgada en el Tribunal Supremo, indicando ante las preguntas de la defensa que no entiende por qué sus compañeros de Mesa "están siendo juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña" mientras ella está en TS cuando todos han votado lo mismo y se han "comportado igual".