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Así ha transcurrido la sexta jornada del juicio al 'procés' con las declaraciones de Santi Vila y Jordi Sànchez

El juicio del 'procés' afronta este jueves su sexta sesión, que ha comenzado con la breve declaración del 'exconseller' de Empresa Santi Vila para proseguir con el interrogatorio al expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, quien más tiempo lleva en prisión junto a Jordi Cuixart.

Santi Vila, que ha sido considerado por algunos sectores como traidor por su dimisión de su cargo en el Govern la víspera de la DIU, ha relatado con todo detalle como vivió los días y las horas previas a que Puigdemont renunciara a la convocatoria de elecciones en favor de la Declaración Unilateral de Independencia.

El exconseller ha explicado que en varias ocasiones no se sintió "aludido por algunas decisiones que se tomaron en el Parlament" mientras que en otras sí se sintió "totalmente interpelado", aunque ha recalcado que "en algunos sectores de la sociedad había presiones para que el Govern tomara decisiones de carácter unilateral".

"Lo que se acordó la noche del 25 de octubre se torció todo el día siguiente por culpa de las presiones (...) Le dije a Puigdemont que tenía que dimitir porque se había llegado a un acuerdo pero se rompió", ha explicado Vila antes de hacer hincapié en que "había dado la mano a dirigentes socialistas y del PP acordando unas elecciones y eso no se cumplió".

Tras la declaración de Vila ha sido el turno de Jordi Sánchez, que en un interrogatorio que ha durado cinco horas,  ha reiterado que en la manifestación del 20-S frente a la Consejería de Economía no hubo violencia, ni un solo lanzamiento de objetos, ni riesgo para la integridad física de ninguna persona, así como tampoco ningún intento de asalto al edificio. 

"No se crean únicamente mis palabras, visionen por favor las imágenes de ese día, donde es perfectamente visbile la tranquilidad absoluta que se vive", ha animado, para después justificar haberse subido al coche de la Guardia Civil con el fin de "insistir" a los "pocos centenares de personas" que se mantenían concentrados a que se fueran, aunque ha reconocido que no pidieron permiso para hacerlo: "Se nos sugirió que nos subiésemos a un sitio donde hubiese visión". 

Sánchez, tal y como hizo Oriol Junqueras en su declaración, se ha presentado como un "preso político" y ha confesado tener la sensación de que tanto él como Jordi Cuixart están siendo castigados por "asumir esas responsabilidades en movimientos cívicos y haber ejercido el derecho de expresión".